Arcilla Verde

La arcilla verde se ha utilizado desde tiempos milenarios como cicatrizante para heridas, pero también para su uso en cuidados corporales y capilares. Y es que, la principal cualidad de la arcilla verde es la purificación, por lo que es ideal para tratar las pieles más grasas y los cueros cabelludos más sensibles.

La arcilla verde posee numerosas propiedades que la convierten en un excelente remedio. Gracias a su poder cicatrizante, absorbe las toxinas de la piel, evitando así la proliferación de bacterias. Su uso está muy recomendado en pieles grasas, con tendencia a sebo, puntos negros y brotes de acné, dejando tu piel suave y purificada. Su uso a nivel capilar también es muy interesante para limpiar en profundidad nuestra cabellera. Asimismo, y como complemento de este tratamiento, los minerales y activos de esta arcilla logran desintoxicar y depurar el organismo, a la vez que consiguen rebajar la inflamación cutánea y el enrojecimiento gracias a su poder antiinflamatorio. Los oligoelementos son los encargados por último de regenerar y cicatrizar la piel dañada consiguiendo mejorar su elasticidad y tonicidad.